
D. Juan Bautista en la Misa de su despedida de la Parroquia de Pola de Siero
Siempre que nos falta algún ser querido, como dice la canción, algo se nos muere en el alma. Cada uno de los familiares, amigos y feligreses de Pola de Siero llevamos, en nuestro corazón, nuestros propios recuerdos, anécdotas y momentos compartidos con don Juan. Después de que se nos haya ido y al día siguiente de su entierro, podemos elevar una oración de gratitud al buen Dios. Demos gracias por su ministerio, gracias por su trabajo y servicio a esta comunidad parroquial. Gracias a Dios por esos momentos, los que cada uno recuerda, que vivió con el que fue nuestro párroco.
En mi caso, tuve la suerte de tener a D. Juan como compañero, como amigo y como hermano en el ministerio en esta Parroquia. A su lado me tocó ir conociendo a este pueblo y a esta comunidad cristiana. A su lado he descubierto al compañero, al maestro, al amigo y al sacerdote que se entregaba como sabía y podía a su Parroquia.
A su lado hemos compartido momentos, hemos tenido que tomar decisiones, hemos tenido que resolver nuestras diferencias y hemos compartido alegrías y risas. Por eso desde aquí agradecemos a Dios por todo lo bueno que nos dejó. Descanse en paz.
Sergio Martínez Mendaro, párroco de San Pedro apóstol de Pola de Siero.